15/2/13

Hola...?

Sin duda lo más difícil en el mundillo de la pintura es el retrato, no sólo reflejar en el soporte los rasgos físicos de una persona, que también, si no captar a esa persona, ya sabéis... reconocer un gesto, su actitud. Rosa se está convirtiendo en una maestra y nos encanta. 

Aquí tenemos al pequeño Nicolás llamando por teléfono, en una cabina de las de antes, un gesto casi insólito teniendo en cuenta que cada vez las hay menos y que un niño con esa edad probablemente ni se plantee su existencia. 

Sin duda entendemos que los colores del han sido un tanto modificados a gusto de la pintora, quizá inspirada por las cabinas de Londres, tan potentes colométricamente, y el resultado es tan visual y cálido que convierte el lienzo en un retrato perfectamente decorativo, de los que además de admirar el resultado conseguido en el niño, te podrías en casa aunque no conocieras de nada al protagonista. 


Este cuadro ya decora un salón, no os da envidia? :)